Como animador y educador musical, creo firmemente en el poder de la creatividad para el desarrollo infantil. Una excelente manera de fomentar la creatividad desde pequeños es permitir que los niños fabriquen sus propios instrumentos musicales. Esta actividad no solo les enseña sobre música, sino que también promueve habilidades motoras finas, resolución de problemas y trabajo en equipo.
En las aulas, los profesores pueden organizar talleres en los que los niños construyan instrumentos de percusión simples, como maracas, tamboriles o mini cajones, utilizando materiales reciclables y fáciles de conseguir como una caja de zapatos. Al fabricar sus propios instrumentos, los niños se sienten más conectados con la música que producen, lo que potencia su confianza y su interés por aprender.
Además, esta actividad les brinda la oportunidad de explorar diferentes sonidos y texturas, desarrollando su curiosidad y comprensión del mundo sonoro que los rodea. Incorporar este tipo de actividades en las aulas es una forma divertida y educativa de cultivar la creatividad y el espíritu inventivo en los niños, al mismo tiempo que les enseña el valor de la reutilización de materiales y la importancia del trabajo en equipo. ¡Animo a todas las profesoras a introducir la fabricación de instrumentos en sus clases!